Desde su llegada, empezará a hablar, pensar y vivir en francés.

A continuación, comienza la práctica en el mundo real con excursiones locales: salidas al campo, compras, catas de vino, galerías de arte y mucho más, todo ello dentro del encantador ambiente del casco antiguo de Niza, Francia.

Sin traducciones, sin memorizar listas de vocabulario inconexas: sólo comunicación real, todo el día, todos los días. Aprenderá a hablar con seguridad y claridad, incluso siendo principiante, y desarrollará una fluidez instintiva y natural.

Nuestro método, llamado structuro-global, se basa en la forma en que adquirimos el lenguaje de forma natural. En lugar de analizar en exceso las reglas gramaticales, usted absorbe el ritmo, el sonido y la fluidez del francés hablado, igual que un niño que aprende su primer idioma. Lo oyes, lo repites y lo utilizas en contexto hasta que se convierte en algo natural.

En la primera semana, introducimos la gramática y la estructura de las frases clave para ayudarle a empezar. A partir de ahí, la gramática se incorpora sólo cuando le ayuda a hablar con más claridad. Siempre está vinculada a la comunicación real, no a ejercicios abstractos. Se aprende utilizando la lengua, no diseccionándola.

Al final del curso, hablará francés con confianza, de forma instintiva y estará preparado para participar en conversaciones de la vida real, desde pedir un café hasta conversaciones más significativas con la población local e incluso con profesionales.